Hay un estudio del investigador y psicólogo Albert Mehrabian, que determina que el 93% del impacto de nuestros mensajes depende de elementos no verbales, por lo que solo el 7% de lo que comunicamos es a través de la palabra. Más allá del dato, lo cierto es que nuestra comunicación se basa en algo más que en encontrar la palabra adecuada. De hecho, comunicamos mucho más a través de la música que incorporamos a estas palabras. ¿Qué queremos decir con esto? Pues que en una conversación dice más nuestro tono de voz, la emocionalidad con la que modulamos esas palabras -es decir el cómo sonamos- ya que esto tiene un impacto en el otro. La música que ponemos al mensaje es mucho más poderosa en sí que el mensaje.
Hablamos de coherencia cuando lo que pensamos, sentimos y hacemos están alineados, pero ¿qué pasa cuando lo que expresa mi lenguaje no lo está con mi corporalidad?
Más de una vez hemos oído una expresión que dice que “el cuerpo nunca miente” y sabemos que esto es así porque este expresa todo aquello que siente sin filtros ni manipulaciones. Cuando conversamos con alguien y sentimos que tenemos dudas acerca de lo que estamos contando -porque no estamos dando realmente nuestra opinión sobre algo- suele ocurrir que nuestra expresión facial y gestos corporales nos delatan, y esto a su vez provoca una sensación de desconfianza en nuestro interlocutor.
El 93% del impacto de nuestros mensajes depende de elementos no verbales
Por eso, si queremos tener relaciones donde la comunicación ocupe un importante lugar, tenemos que ser sinceros con nosotros mismos y expresar aquello en lo que confiamos y sentimos como discurso propio. Es decir, tenemos que ser coherentes.
Para ello, basta con observarnos, ser conscientes de lo que estamos diciendo. Comprobando estas pautas y todo aquello que para ti pueda ser una variable significativa, podremos poco a poco, encontrar nuestras señales de coherencia. Si, por lo contrario, tenemos que expresar o transmitir algo de otro interlocutor y no estamos de acuerdo con ello o simplemente tenemos dudas al respecto, acudamos a la sinceridad, compartiendo nuestra opinión. Así conseguiremos que nuestro lenguaje y corporalidad vayan de la mano.
María Mira
Directora Ejecutiva- Coach PPC