¿Qué sentirías si, tras haber conocido una herramienta muy eficiente para realizar cierto trabajo, descubrieras que la mayor parte de quienes la utilizan no lo está haciendo correctamente?
Lo que sentimos tanto mi compañero coach José Vicente García como yo fue frustración al entrenarnos en Programación Neurolingüística, quedar fascinados con la Pirámide de Niveles Neurológicos sistematizada por Robert Dilts y comprobar que los autores que hablaban de ella en sus publicaciones no eran fieles a su planteamiento original (“Coaching, herramientas para el cambio”, Ediciones Urano). Además, nos apenó constatar que los coaches que no estaban familiarizados con la PNL desconocían esta Pirámide y, por tanto, no podían aplicarla en sus sesiones como estábamos haciendo nosotros para detectar más rápidamente el quiebre del coachee y desbloquear sus creencias limitantes con las preguntas de desafío que la propia herramienta proporciona.
Tomamos la decisión de obtener el Título Universitario de Especialista en Coaching en la Universidad Europea Miguel de Cervantes de Valladolid con la fuerte motivación de reivindicar esta Pirámide como un fabuloso modelo de modelos, excelente para la praxis de nuestra nueva profesión. Por suerte, durante el proceso de redacción de nuestro trabajo de investigación contamos tanto con el apoyo de la Universidad como con el de la Escuela Lider-Haz-GO!, con lo que la experiencia nos resultó muy enriquecedora tanto profesional como personalmente.
Nuestras conclusiones fueron que la tal Pirámide de Niveles Neurológicos ordena como ningún otro esquema las competencias del coach para su mejor comprensión e integración, que supone un formidable protocolo para la eficiencia de la intervención del coach en una sesión, y que los planes de acción del coachee tienen más congruencia interna si son revisados atendiendo a los grados que propone este instrumento. Por último, también nos sirvió para plantear un desafío a los autores que solo la dividen en seis niveles (Entorno, Conducta, Capacidades, Creencias-Valores, Identidad-Rol y Transpersonal) para que tengan en cuenta, tal y como afirma el propio Robert Dilts, un séptimo nivel en su cúspide (Trascendente) donde se ubica, precisamente, la pregunta más desafiante de todas: ¿para qué?
Haber tenido la posibilidad de defender estas conclusiones ante un profesorado al que profesábamos tanto respeto y cariño supuso para nosotros una enorme gratificación personal, en especial cuando éstos se sintieron muy complacidos con el resultado de nuestra investigación y nos invitaron vehementemente a continuar divulgando los conocimientos adquiridos sobre el tema.
Quiero, desde estas páginas, animar a los compañeros y compañeras que en este momento se encuentran diseñando su plan de carrera a culminar su paso por Líder-Haz-GO! con la consecución del Título de Especialista planteado conjuntamente con la Universidad Europea Miguel de Cervantes, no solo por el indudable prestigio que ello supondrá para su enriquecimiento curricular sino por tratarse de un magnífico vehículo para compartir el resultado de la pericia investigadora que cada cual desarrolle con el resto de la comunidad de profesionales de esta noble y emergente profesión.
Culmina la certificación en coaching y profundiza en los conocimientos adquiridos con el título de Especialista Universitario en Coaching Profesional.
Andrés Brito
Coach PCC-Facilitador de Lider-haz-Go!