Conoce todo lo que necesitas saber sobre la certificación en coaching

En los últimos años el coaching ha ido popularizándose cada vez más entre las prácticas de desarrollo personal. Sin duda alguna, en los tiempos en los que vivimos, la capacitación y la orientación es esencial en casi cualquier aspecto de nuestras vidas.

Aunque es una disciplina muy vocacional y pasional, si queremos ejercer profesionalmente la formación es muy necesaria. Por ello, obtener una certificación en coaching se ha convertido en algo que levanta interés y dudas a partes iguales.

A continuación, vamos a tratar de despejar todas las dudas que surgen a la hora de plantearse la opción de recibir formación en esta área. ¡Vamos a ello!

Tipos de certificación en coaching

Cualquier escuela de certificación en coaching deberá estar reconocida por alguna entidad. La más recomendable es la Federación Internacional de Coaching (ICF), pues es la federación de este tipo más grande e importante del mundo.

La ICF reconoce 3 niveles, según la especialización y profundización de los conocimientos que se adquieren:

Coach Certificado Asociado (ACC)

Es el grado más básico. Está compuesto por 60 horas de formación en coaching y 100 horas de prácticas.

Coach Profesional Certificado (PCC)

Este tiene 125 horas de formación específica en la materia y 500 horas de prácticas con clientes reales.

Master Certified Coach (MCC)

Es el nivel más alto. Para conseguirlo hay que recibir 200 horas de formación y hasta 2.500 de experiencia con casos y clientes reales.

Certificación ACTP y ACSTH

Además, existen dos tipos de programas de formación: ACSTH y ACTP, ambas aprobadas por la ICF.

Por su parte, obtener una certificación ACSTH (Approved Coach Specific Training Hours) asegura que se han obtenido al menos 30 horas de formación y que se seguirá la opción Portfolio antes de aprobar los exámenes.

Por otro lado, la certificación ACTP (Accredited Coach Training Program) tiene un programa de mínimo 125 horas y 6 sesiones de prácticas totalmente supervisadas.

¿Por qué debería formarme como coach?

Este tipo de formación no beneficio solo a aquellos que quieran dedicarse profesionalmente a esta disciplina, sino que es muy ventajosa para cualquier tipo de persona.

Formarse como coach mejorará el bienestar propio y permitirá que los alumnos sientan una plenitud mucho mayor. También ayuda a que baje el estrés y ansiedad, pues se combina mucho mejor tanto el ámbito personal como el profesional.

Además, en el ámbito laboral puede ayudar a aumentar la motivación, lo que ayuda a crecer el rendimiento y la productividad individual y grupal.

Las certificaciones pueden complementarse con programas específicos que atienden a distintas especializaciones en coaching, descúbrelas y ¡comienza tu formación transformadora!

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